Nombre común: Mandrágora.
Nombre científico: Mandrágora autumnalis.
Características y descripción: Las raíces son gruesas y habitualmente se ofuscan. El tallo es de color verde oscuro; hojas anchas y con una superficie rugosa, y tienen el mismo color del tallo. Las flores salen del centro, y son de color blanco violáceo. La planta alcanza una altura de unos 30 cm, y suele encontrarse en zonas sombrías y húmedas, donde no da mucho el sol. El fruto sale en otoño, tiene color amarillo o naranja, y aspecto similar a una manzana. Su ingesta puede producir alucinaciones.
Esta planta crece en bosques sombríos, a la vereda de ríos y arroyos donde la luz del sol no penetra. Su raíz es gruesa, larga, generalmente dividida en dos o tres ramificaciones de color blancuzco que se extienden por el suelo; sus hojas son de un tono verde oscuro; sus flores son blancas, ligeramente teñidas de púrpura; el fruto es parecido a una manzana pequeña y exhala un olor fétido.
Usos: En la medicina antigua las hojas de mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras; la raíz fresca se usaba como purgante; y macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente para producir sueño o analgesia en dolores reumáticos, ataques convulsivos e incluso de melancolía. En tiempos de Plinio se empleaba como anestésico dándole al paciente un pedazo de raíz para que la comiera antes de realizar una operación.
Curiosidades: La mandrágora, que despide olor fétido y es muy tóxica, fue usada como afrodisíaco y como ingrediente para preparar ungüentos que utilizaban las brujas para experimentar alucinaciones. En realidad, su gran raíz es parecida a un nabo.
Alumna/o: Clara Lorenzo Barbosa.
Fecha de la fotografía: 18/02/2022
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